Queremos que Andalucía sea un espacio permanente de civilización.
Queremos promover un ejemplo de avance civilizatorio ante el mundo.

miércoles, 20 de octubre de 2010

¡AYÚDANOS! Campaña 50 firmas para cambiar la historia de Andalucía

Campaña "CINCUENTA FIRMAS para cambiar la historia de Andalucía"


Pídenos al mail dos pliegos oficiales de firmas (caben 50 firmas), dinos tu dirección o forma de contacto, te enviaremos los pliegos y nos los devuelves con las 50 firmas en el plazo de 15 días.


Debes residir en Andalucía, las personas cuya firma es válida tienen que tener nacionalidad española y estar censadas en Andalucía, dado que pretendemos modificar la legislación de protección animal de la comunidad autónoma andaluza.


Si quieres colaborar con la campaña dirige un mail a lavozdeltoro@gmail.com, con tus datos, tu dirección y tú teléfono, si quieres más de dos pliegos nos lo dices.


AYUDA AL TORO, ¡AYÚDANOS!

martes, 19 de octubre de 2010

Razones para acabar con la barbarie taurina

por Fran J.R León

Como paso previo a las razones que expondré me gustaría decir que pienso lógico obviar que somos abolicionistas porque estamos contra el maltrato animal, y solamente por esto es totalmente razonable pedir que se acaben los espectáculos taurinos donde sufra el animal. Pero si queremos abolir la barbarie taurina, hoy en Andalucía, debemos ser conscientes de que vivimos en una realidad concreta y responder con hechos. De esta forma seremos más coherentes, podremos reivindicar nuestras exigencias con más razones y será más fácil llegar a las capas populares del Pueblo Andaluz.

Me limitaré a dar algunas razones respecto a diferentes campos sociales mostrando las razones que defendemos y por las cuales estamos luchando hoy en día, pasando del romanticismo voluntarista a un movimiento organizado con razones de peso en cualquier aspecto de la vida cotidiana en Andalucía.
RAZONES ECOLÓGICAS:

Un gran pilar de esta reivindicación es el ecologismo. Debemos reivindicar un ecologismo consecuente, y me explico: Estamos acostumbrados a alardear, o ver alardear a todo el mundo de ser ecológicos. Sin embargo esos supuestos pensamientos no se llevan a la práctica de forma coherente: Derrochamos energía en casa, vamos al McDonalds a comer, no usamos ni reivindicamos la Soberanía Alimentaria, etc. Debemos tener una mentalidad ecológica desde que nos levantamos hasta que nos acostamos: Desde reciclar o gastar la energía mínima necesaria, hasta educar a nuestro entorno en la ecología. Por eso digo que debemos reivindicar un ecologismo consecuente. Abrir el debate en una sociedad donde se considera este tema como secundario. Entre estos puntos a concienciar, está la necesaria abolición de la tauromaquia. Más adelante tocaré de nuevo razones ecológicas.
RAZONES CULTURALES:

Para desmontar “el toreo” como “Cultura Andaluza” debemos conocer la Cultura Andaluza. No pretendo hacer una tesis doctoral ahora, pero hay que describir brevemente qué es y en qué situación está la Cultura Andaluza para abordar la situación. El cantautor andaluz Carlos Cano diría: “La canción española ni es canción ni es española: es copla y andaluza”. Esto podría resumir lo que ha pasado con la Cultura Andaluza: Nuestra historia ha sido y es cada día manipulada y ocultada, nuestras costumbres son pisoteadas y humilladas (el alegre andaluz, el vago que duerme siesta…). La humillación a nuestra Cultura llega a extremos tales como que nos dicen que nuestra forma de hablar está mal y sólo se acepta si es para hacer reír a la gente o cuando habla la “chacha analfabeta de Médico de Familia”… (Perdón por el excursus, pero: ¿Nueve millones de andaluces hablamos mal? No, perdone. Yo no hablo un mal castellano, sino un perfecto andaluz).

Con este breve resumen queda mostrado que los andaluces llegamos a desconocer nuestra Cultura, y asumimos la que nos imponen, hasta el punto de humillarnos a nosotros mismos (¿Quién no ha oído alguna vez esta frase de “bueno, es que yo soy vago porque soy andaluz…”?). Es aquí donde entra la tauromaquia: Dentro de la cultura impuesta y manipulada de lo que es Andalucía, la tauromaquia es un pilar, siendo Andalucía como dicen desde el conservadurismo “la región más española de todas” (Claro, si España es “sevillanas, toros y olé”, dudo que los cántabros se identifiquen con tales cosas más que los andaluces).

No se me olvidará hablar en este apartado sobre la “cultura” que nos han arraigado a los andaluces y andaluzas del, irónicamente, “bello arte de matar animales”. Y es que entre la cultura andaluza parece que tener la cabeza de un toro colgada en un bar le da más categoría, pero no menos, supongo, que asesinar un lince con una escopeta. Y es que el 80% de los linces necropsiados en nuestra tierra tienen restos de munición en su cuerpo. Por ello nuestra labor es concienciar, más y más, a la sociedad andaluza, pero también denunciar estos hechos.
RAZONES ECONÓMICAS:

Hay muchas razones para acabar con la tauromaquia, económicamente hablando. Me centraré fundamentalmente en tres aspectos:
- Latifundios
- Empresas multimillonarias

- Dinero público para “la fiesta”
Latifundios: Hemos hablado de la cultura andaluza y de la falta de Soberanía Alimentaria como parte del ecologismo. Los latifundios, entre otras cosas, forman parte de este problema.

Andalucía, tópicamente, es sinónimo de latifundios y cortijos. Esto significa una opresión social, la típica de ricos y pobres. Pero también el latifundio es una realidad antiecológica, conforme hay enormes extensiones dedicadas sólo a sembrar pastos para estos toros, mientras importamos productos (alimenticios, algodón, etc.) de otros lugares tercermundistas, quitando tierras de labor a territorios de por sí oprimidos, y quitándonos la posibilidad de cultivar nuestra propia comida. Sin contar el coste, monetario y ecológico, del transporte de dichos productos venideros de otros continentes.
Empresas multimillonarias: El argumento de muchos taurinos es la falacia de que la tauromaquia da muchos empleos y riqueza. Sin embargo, ni da tantos empleos, ni están tan bien remunerados, ni la riqueza va a parar a los bolsillos del pueblo llano. La realidad es que se trata de empresas multimillonarias, en ocasiones multinacionales, las que disfrutan de los beneficios que dan estas masacres: Desde los toreros que luego salen en los programas basura de TV, hasta los que no salen en la tele, dueños de las fincas, los toros, las plazas…
Dinero público para “la fiesta”: De lo dicho anteriormente, muchos de los supuestos beneficios que da la fiesta vienen de parte del propio gobierno español, andaluz, provincial o local. Ya sea en forma de subvenciones millonarias, los miles de euros que se gasta la TV pública (y por tanto de todos y todas) en emitir en horario infantil la masacre de estos animales, o incluso comprando ayuntamientos, diputación y Junta de Andalucía una buena parte de las entradas, para regalarlas a “la creme de la creme” de esta injusta sociedad.
ACABAR CON LA TAUROMAQUIA COMO PRINCIPIO DEL FIN DEL MALTRATO ANIMAL

Estas tres pinceladas que he mostrado, en los planos ecológico, cultural y económico, complementan la razón fundamental humana, que nos llama a acabar con las barbaries del pasado (esclavismo, racismo, sexismo o maltrato animal, entre tantos ejemplos). Nuestra reivindicación debe basarse en que buscamos una sociedad más justa y eso no se puede conseguir si nos anclamos en unas anquilosadas costumbres que hace dos siglos ya se intentaron abolir, en nombre del progreso, si nos remitimos al Estatuto de Bayona de 1808, en el que ya José Bonaparte en el trono español declarara estas fiestas como bárbaras y las prohibiera constitucionalmente. Recapitulando, tras la abolición, que más tarde o más temprano conseguiremos, deben llegar otras luchas en pro de conseguir un mundo más justo, tanto con los animales como con las mismas personas.

Por estas razones, y muchas más:

¡ANDALUCÍA ANTITAURINA!

¡VIVA ANDALUCÍA LIBRE DE MALTRATO ANIMAL!

sábado, 16 de octubre de 2010

La Voz del Toro critica que Rubalcaba "dé voz a la Mesa del Toro" y no a su plataforma

CÓRDOBA, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -  
   La plataforma 'La Voz del Toro' ha criticado este sábado, tras una concentración en Córdoba organizada por la organización andaluza a la que han acudido varias asociaciones juveniles, que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, "dé voz a la Mesa del Toro", integrada por más de 15 asociaciones españolas del sector taurino, y no a su plataforma.
   Según ha manifestado a Europa Press la portavoz de la plataforma, Emilia Moreno, con esta concentración se ha buscado apoyar la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que los antitaurinos pretenden llevar al Parlamento andaluz para debatir si la Fiesta Nacional se sigue celebrando en la Comunidad Autónoma en caso de conseguir 75.000 firmas, de las cuales, hasta el momento se cuenta con un total de 1.353.
   Asimismo, Moreno ha señalado que se ha creado una red de apoyo en todas las ciudades andaluzas para que la ILP "llegue a buen fin", pues se ha mostrado convencida de que "Andalucía en sí es antitaurina y lo vamos a demostrar".
   Por otra parte, ha afirmado que los distintos grupos parlamentarios, principalmente PSOE y PP, "no están ejerciendo la democracia como se debe porque, la obligación de un político que sabe que hay de por medio una ILP, es atender a las voces que la han presentado y no decir que no va a tener ningún recorrido" dicha iniciativa.
   En este sentido, ha aseverado que "no les escuchan, ya que los comentarios en prensa son los comentarios de la Mesa del Toro", lo que, ha dicho, resulta "un poco desconcertante" y, además, "debe preocupar a taurinos y antitaurinos teniendo en cuenta que en otra ocasión la iniciativa popular puede versar sobre otro tema", ha apostillado.
   En esta línea, ha mencionado que los distintos grupos políticos "deberían replantear qué se va a hacer" y ha añadido que el PSOE "no va a conseguir ningún voto de derechas por que haga más caso a la Mesa del Toro" y es que, los antitaurinos "no saben por qué se posiciona de esta manera".
   De otro lado, el co-portavoz de 'La Voz del Toro', Mario Ortega, ha asegurado que en la Comunidad "se ha producido un cambio de conciencia", pues "la mayoría de la población no se identifica con espectáculos crueles", motivo por el cual la plataforma "hará ver que Andalucía es un espacio de civilización y no de barbarie" a través de las 73.647 firmas que restan para conseguir que la ILP se lleve a debate en el Parlamento andaluz.
   Por último, ha indicado que en caso de que las competencias de la Fiesta Nacional se traspasen desde el Ministerio de Interior al de Cultura, esto significaría que los toros "viven de las subvenciones públicas" añadiendo que Rubalcaba "debería velar por la no violencia".

viernes, 15 de octubre de 2010

Argumentos para una ILP


Hace un par de años, me enfrenté en mi pueblo, sin una especial tradición taurina, por cierto, a la necesidad de argumentar en los medios los motivos por los que me postulaba contrario a hacer de la tortura de un animal un espectáculo.
 Sirva este articulo recopilatorio, como exposición de motivos, argumentario  o munición, según sea el caso, para aquellos que nos tengamos que enfrentar con las palabras, a la sinrazón de quienes defienden lo indefendible, y que aun asi, estan y estarán dispuestos a manipular la realidad para defender como arte y cultura lo que solo es una tortura.

Para empezar una exposición:  
“Como en la canción, horas antes de entrar en la arena, el toro ve la luna por última vez. Va a ser sometido a un encierro a oscuras para que al soltarlo, la luz y los gritos de los espectadores lo aterren y trate de huir saltando las barreras, lo que produce la imagen en el público de que el toro es feroz animal. Le recortarán los cuernos para proteger al torero. Le colgarán sacos de arena en el cuello durante horas para cansarle. Le golpearán en los testículos y los riñones. Le provocarán diarrea al poner sulfatos en el agua con el fin de que llegue débil al ruedo. Le untarán grasa en los ojos para dificultar su visión y en las patas le pondrán una sustancia que le produce ardor y le impide mantenerse quieto.
Y al día siguiente en la plaza se enfrentará en “justa contienda” al valiente torero tan admirado y envidiado por la sociedad, portada de revistas por sus otras faenas y corridas, que en cuanto perciba que el toro embiste con mucha energía, ordenará al picador desangrarle para debilitarlo, clavándole en el lomo una lanza que le destrozará músculos (trapecio, romboideo, espinoso y semiespinoso, serratos y transversos de cuello) además de lesionarle vasos sanguíneos y nervios. Así el torero podrá brindarnos la “expresión artística” de este espectáculo.
Luego las banderillas asegurarán que la hemorragia siga al intentar colocarlas justo en el mismo sitio ya dañado con los ganchos de metal que seguirán clavándose dentro de la herida con cada movimiento del toro y con el roce de la muleta. La pérdida de sangre y las heridas en la espina dorsal impedirán que el toro levante la cabeza de manera normal, y es cuando el torero, valiente, podrá acercarse echando fuera el pecho, marcando paquete y recibir los aplausos del público, para por fin llegar al orgasmo colectivo de la muerte del animal.
El toro será atravesado con una espada de 80 cm, que puede destrozarle el hígado, los pulmones, o la pleura, según el lugar por donde penetre en el cuerpo del animal y, si en su recorrido destroza alguna arteria, el público disfrutará viéndolo agonizar entre vómitos de sangre. Tendrá suerte el animal si muere de una estocada que le parta los pulmones y el diafragma, ahogado en su propia sangre, de lo contrario si lucha por sobrevivir, y se resiste a caer, lo apuñalarán en la nuca con el descabello, otra larga espada que termina en una cuchilla de 10 cm. Algunos, aun así, se resisten a morir de inmediato, (quizás quieren saber qué parte de su cuerpo le cortaran como trofeo para el matador al acabar la faena), pero a éstos los rematan con la puntilla de 10 cm. seccionándole la médula espinal, a la altura de las vértebras atlas y axis. El toro quedará paralizado, sin poder realizar movimientos con los músculos respiratorios, por lo que lentamente morirá por asfixia, pero no de forma inmediata, aún está vivo, aunque inválido desde el cuello hacia abajo, cuando lo arrastren fuera del ruedo.
Este es el “arte” del toreo, definido por la UNESCO desde 1980 como “el terrible y venal arte de torturar y matar animales en público”.

Podemos decirlo de otra forma, mas suave e indirecta, sin duda, pero esto es el toreo para muchas personas. Y como nos acusaran de alarmistas, radicales y manipuladores, deberemos aportar pruebas, citar las fuentes de  información, dar datos y referencias que refuercen nuestra exposición:
Fuente: diario El País 04-03-1989“Manuel Sanz Torres, veterinario de la plaza de las Ventas y facultativo del equipo que analiza las astas de las reses en la Escuela Nacional de Sanidad reveló que en 1988 sólo llegaron a la Escuela las astas de 200 toros cuando se tiene la sospecha de que el afeitado supera el 90% de las reses que se estoquearon en la temporada” “Varios veterinarios, entre ellos un titular de la Plaza de las Ventas y de Colmenar Viejo, han denunciado que además de las lesiones múltiples recibidas durante la faena o de la conocida práctica del afeitado, el toro padece secretas manipulaciones previas destinadas a envalentonar a los mansos (aguarrás en las pezuñas, alfileres en los genitales) o debilitar a los bravos (purgas con sulfato de sosa, sulfato de paralizante en los ojos y algodón en la garganta).”
Fuente: sección de toros del Diario de Sevillahttp://toroszgz.org/prensa/prensa6.htm“ El ganadero Ignacio Huelva denuncia un intento de afeitado El criador de toros de La Gloria denuncia que los representantes de Víctor Puerto y César Jiménez pidieron que se afeitara una corrida prevista para lidiarse en Azuaya”

Fuente: diario La Rioja, 8 diciembre 2001http://www.portaltaurino.com/ganaderias/san_roman_valdes.htm“Eltribunal superior de justicia de la rioja ratifica la sanción impuesta a la ganadería de D MANUEL SAN ROMAN VALDES por manipulación de las astas de toro en la fiesta de san Mateo en 1999. Las pruebas han sido corroboradas por peritos judiciales”.
Fuente: The Independent 12 Feb 1994 Phil Davison, “Matadors on Horns of a Dilemma”“Los toros son debilitados intencionalmente mediante varios métodos, como golpes con bolsas de arena en las costillas y drogas”
Fuente: Agencia Reuters, 28 Nov 2000 “One-Fifth of Spain’s Fighting Bulls Drugged?”“Un estudio conducido por la Universidad de Salamanca descubrió que el 20% de los toros usados en las corridas estaban drogados antes de poner un pie en la plaza. Tomaron una muestra de 200 toros, y uno de cada 5 mostró indicios de drogas antiinflamatorias, que tienen el objetivo de ocultar los síntomas de las lesiones y mutilaciones, para que el toro no se muestre debilitado”.
Fuente; El Correo de Andalucía,21 de julio de 1989 y ABC, el 20 de julio de 1989“Se encargó a los veterinarios de la Fundación de Estudios Taurinos la creación de nuevas picas; probadas en seis novillos, anteriormente rechazados para la lidia por “defectuosos” que fueron picados a puerta cerrada para probar los nuevos instrumentos. Los novillos de referencia “sangraron lo suficiente”.
Fuente: Hechos presenciados en el desolladero de Las Ventas por Wenceslao F. Flores, en su libro “Perros, gatos y otras amistades” “Yo he estado en el patio de caballos de la plaza de toros de Madrid una tarde de corrida. Yo he visto a los monosabios hundir sus manos en el sangriento vientre de los caballos para rellenar con estopas las tremendas heridas. Un incesante dolor corría por las patas de los infelices animales, y sacudían su lomo y su cola mutilada el temblor de un sufrimiento horrible. La sangre goteaba difícilmente a través de los puñados de hebras enrojecidas. Después, para reanimar a la bestia moribunda arrojaban contra ella el agua de un balde y la víctima del largo martirio volvía a vacilar bajo el peso del picador, y tornaba al ruedo.”
Fuente: Definición completa que la UNESCO realizo de la fiesta de los toros:“La tauromaquia es el terrible y venal arte de torturar y matar animales en público, según unas reglas. Traumatiza a los niños y los adultos sensibles. Agrava el estado de los NEURÓPATAS ATRAÍDOS POR ESTOS ESPECTÁCULOS. Desnaturaliza la relación entre el hombre y el animal. En ello, constituye un desafío mayor a la moral, la educación la ciencia y la cultura.”Fuente: wikipedia. Antitauromaquia (http://es.wikipedia.org/wiki/Cr%C3%ADticas_a_las_corridas_de_toros)Fuente: the kidstar magazine (KidStar@usa.net)
Ya tenemos fuentes, datos y argumentos para fundamentar nuestra inicial exposición, pero aun si somos capaces de convencer a nuestro interlocutor de que la Tauromaquia es un sinsentido propio del pasado, como lo fue la inquisición o la quema de cristianos en el circo romano y por tanto debería formar parte de nuestro pasado, no de nuestro presente, nos encontraremos con las “razones” por las que este espectaculo no deberia desaparacer.  Antes de entrar en desmontarlas, nos podemos permitir alguna cita o referencia mas o menos culta, que será mas o menos valorada según nuestro interlocutor, por ejemplo:

Conviene saber que en el siglo XVI el Papa San Pío V solicitó a un grupo de españoles ilustres informes de primera mano sobre las corridas, y sobre su base promulgó el 1 de noviembre de 1567 la bula “De salutis gregis dominici” en la que “deseando que estos espectáculos tan torpes y cruentos, más de demonios que de hombres, queden abolidos en los pueblos cristianos”; dictaba pena de excomunión a los emperadores, reyes y cardenales que los consintieran, a los clérigos que asistieran a ellos, y se negaba la sepultura cristiana a los toreros muertos en el transcurso de alguna lidia. Fuente: wikipedia. Pio V (http://es.wikipedia.org/wiki/P%C3%ADo_Vo esta otra:
Decía Garcia Lorca en “La memoria y la sangre”:¡Ay desdichada España! ¡País de negruras, de fuego y horror! ¡Apoteosis de imbecilidad dirigida por curas lujuriosos, toreros chulos, prostitutas sin alma, ladrones de frac e ignorante de fe!

Y para acabar,  como conocemos, por repetidos, los argumentos de los defensores de este espectáculo al que, por cierto, se permite la entrada de niños, enumero y contesto a algunos de ellos sin pretender ser concluyente ni exaustivo :
El toreo es una manifestación artística: La estética y plasticidad de las corridas no son más que una serie de técnicas destinadas a la consecución de la muerte de un animal, y si Goya, Picasso o Lorca han trabajado acerca del toreo también se han escrito libros sobre la Inquisición, las guerras o los campos de concentración sin que esto los convierta en arte.
El toreo es tradición: También son tradición en muchos lugares la ablación del clítoris y la pena de muerte, y no por ello se justifican.
El toreo es cultura: sólo hay que buscar la definición de cultura en cualquier diccionario para darse cuenta del absurdo de esta afirmación.
Sin el toreo la raza del toro de lidia desaparecería: eso significaria que sin abrigos de pieles no habría visones, y sin cazadores no habría perdices.
-Sin las Tauromaquia no se conservarian las Dehesas: Basta con conocer el dato de Dehesas que se usan exclusivamente para criar toros y compararlas con las que crian cerdos o producen corcho u otras materias primas.
También se sacrifican animales para alimentarnos: quienes argumentan esto, desconocen la diferencia entre sacrificar y torturar públicamente a un animal, cobrando ademas por el derecho de presenciar la tortura.
El toreo atrae al turismo: pero quizás menos que la Alhambra, las playas de Cádiz, o la paella valenciana, seguro.
En conclusión, los humanos debemos acabar con esta práctica inhumana. Hoy con argumentos, mañana en el parlamento o los tribunales, pasado con nuestro voto.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Los toros y otros bovinos

Jesús Mosterín.

Los toros son animales, es decir, seres vivos con alma o ánima. En especial, los toros son mamíferos (Mammalia). El neurólogo español José Manuel Rodríguez Delgado, que en la universidad de Yale hizo importantes experimentos activando eléctricamente diversos puntos del sistema límbico, descubrió los centros del placer y del dolor en el cerebro. Rodríguez Delgado comprobó sus hipótesis en toros; en 1953 hizo en España experimentos famosos en los cuales a los toros llamados bravos les implantó en el cerebro unos electrodos, conectados a un receptor de ondas de radio, y a continuación, con un emisor de radio, los hacía enfurecerse, aplacarse, avanzar hacia él o retroceder; luego repitió el experimento con seres humanos, y les puso también electrodos en las mismas zonas del cerebro con exactamente los mismos resultados. Estos experimentos resultaron políticamente incorrectos, por lo cual tuvo que abandonarlos. Rodríguez Delgado ha tenido una vida muy movida, pero sus experimentos con los centros del placer y dolor del cerebro constituyen notables contribuciones a la neurología del siglo XX. Él ponía los electrodos en exactamente los lugares equivalentes de los cerebros de ambas especies, lo cual no es ninguna sorpresa, porque el sistema nervioso de todos los mamíferos es muy parecido.

La única parte del sistema nervioso en la que los humanes nos diferenciamos de los demás mamíferos es la corteza cerebral. Por eso somos diferentes en las cosas que hacemos con la corteza cerebral, como, por ejemplo, hablar, calcular o componer música. La corteza cerebral es distinta y más pequeña en los otros mamíferos; por eso los otros mamíferos no hacen matemáticas, ni música, ni tienen un lenguaje recursivo como nosotros. Pero las emociones, el sentir placer y dolor, celos, ambición, miedo, alegría y frustración son cosas que compartimos con los demás mamíferos, dado que son comunes tanto las estructuras cerebrales que las producen como los genes que codifican esas estructuras cerebrales.

Clasificación y taxonomía

En la clasificación científica de los animales, los mamíferos se dividen en órdenes. Por ejemplo, nosotros pertenecemos al orden de los primates, al igual que los chimpancés o los macacos. Los toros pertenecen al orden de los artiodáctilos (Artiodactyla), término que en griego significa ungulados con un número par de dedos. Los artiodáctilos son un orden de mamíferos que se especializó desde el principio en la huida. El mundo está lleno de peligros y ante los peligros se puede reaccionar de diversa manera. Una manera consiste en enfrentarse al peligro luchando y, en cierto modo, buscándolo. Otra manera, a veces más prudente, de reaccionar ante el peligro consiste en echarse a correr en dirección contraria, que es la manera como actúan los artiodáctilos. En las gigantescas manadas de miles de ñus que recorren las sabanas y estepas del Serengueti (en África oriental), basta con que uno presienta un peligro para que de pronto todos esos miles de grandes animales echen a correr en dirección contraria, sencillamente porque tienen miedo. Y cuando uno quiere fotografiar un artiodáctilo, siempre es un poco difícil, porque se echa a correr. En la mayoría de las fotos, las gacelas aparecen de culo, porque siempre se echan a correr en dirección opuesta al fotógrafo, por lo que en la foto no sale la cabeza, sino la parte trasera del animal.

El orden de los artiodáctilos abarca varios subórdenes, entre ellos el de los rumiantes, al que pertenecen los toros. Los rumiantes son vegetarianos extremos, especializados en comer hierba, que contiene mucha celulosa, algo que los demás mamíferos no podemos digerir. Los

rumiantes tienen un aparato digestivo muy complicado que está hecho para descomponer esta celulosa y poder alimentarse de ella, ocupando así el nicho ecológico de las praderas herbáceas. La especial adaptación de los rumiantes a la alimentación herbácea se manifiesta en su sistema digestivo, que incluye un estómago provisto de cuatro cámaras: la panza o rumen, la más grande, a la que va a parar la hierba recién comida, que fermenta allí por la acción de enormes multitudes de bacterias y otros microorganismos, que convierten las moléculas de celulosa de la hierba en azúcares asimilables, y de donde vuelve a la boca a ser masticada de nuevo. La comida ya fermentada y masticada pasa sucesivamente a la redecilla, el libro y el cuajar (donde tiene lugar una digestión propia, no ya de las bacterias). En las praderas donde merodean los predadores, el sistema facilita una rápida ingesta de hierba, que luego puede ser rumiada lentamente en lugar seguro, lo cual es una gran ventaja para estos animales siempre a la defensiva. Del nombre ‗rumen‘ del primer estómago o cámara estomacal procede el término ‗rumiante‘.

Los rumiantes son los más pacíficos de todos los artiodáctilos. Son animales timoratos y siempre dispuestos a la huida. Tienen miedo mientras pastan en la sabana y están siempre alerta ante el peligro de ser atacados por los predadores. Comen muy deprisa la mayor cantidad posible de hierba que pueden y se llenan a toda prisa la panza de hierba, sin masticarla ni digerirla; luego se marchan a un refugio, a un sitio donde estén tranquilos y fuera de la vista de los predadores; allí se tumban en esa posición típica de los rumiantes, que se pasan la vida tumbados y parece que no están haciendo nada, aunque sí que están haciendo algo, están masticando e ingiriendo esa ingente cantidad de hierba que metieron en el rumen al principio. También la costumbre de pastar en manada constituye una defensa frente a los predadores. En resumen, los rumiantes son miedosos y huidizos, son la cosa menos agresiva que existe. El toro es un rumiante, que solo desea que lo dejen pastar y rumiar en paz.

La familia más numerosa de artiodáctilos rumiantes es la de los bóvidos (Bovidae), caracterizados por tener cuernos de hueso, y entre los que se cuentan las cabras, ovejas, rebecos, saigas, búfalos, bisontes y vacas. Los cuernos de los bóvidos no son armas para defenderse de los predadores, sino instrumentos para llevar a cabo los combates rituales entre machos de la misma especie por las hembras, por el territorio o por el rango en la jerarquía social dentro de la manada. Por eso son los machos los portadores de los mayores cuernos y por eso tienen sus cuernos formas curvas poco eficaces para pinchar o atacar. De hecho, los machos no se pinchan unos a otros con los cuernos, sino que se golpean con las bases de los mismos. Acorralados por un predador, los toros antes se defienden a coces que a cornadas.

Dentro de los bóvidos, la subfamilia de los bovinos (Bovinae) abarca los cuatro géneros de los búfalos acuáticos o asiáticos (Bubalus), los búfalos africanos (Syncerus), los bisontes (Bison) y las vacunos (Bos). Los bovinos tuvieron una presencia masiva durante el Pleistoceno, según testimonian los abundantes fósiles e incluso las pinturas rupestres de Lascaux o Altamira, con sus representaciones de bisontes y toros primitivos. Los bisontes pasaron de Asia a América y nunca fueron domesticados.

Los uros o toros primordiales (Bos primigenius primigenius) fueron domesticados en Asia y el Oriente Medio hace unos ocho mil años y de ellos descienden todos los vacunos actuales (Bos primigenius taurus). En la Antigüedad seguía habiendo uros salvajes en toda Europa y norte de África, pero la caza y la roturación de los bosques fue reduciendo su número. Todavía hace mil años el bosque centroeuropeo estaba habitado por bisontes y toros primigenios (uros), además de ciervos, corzos y jabalíes, por citar solo a los grandes herbívoros. En Europa central hubo uros en abundancia hasta 1200, aproximadamente. La roturación de los bosques trajo consigo la drástica disminución de sus poblaciones. A partir de 1400 apenas quedaban ejemplares aislados. El último uro conocido falleció en 1627 en un zoo real de Prusia.

Así como todos los perros actuales descienden de los lobos salvajes y son lobos (Canis lupus) domesticados, así también todos los vacunos actuales descienden de los uros salvajes y son uros (Bos primigenius) domesticados. Ciertas variedades de perros tienen un aspecto más parecido al de los lobos salvajes que otras, sometidas por los criadores a una selección más artificiosa. Lo mismo ocurre con los vacunos. Hay razas de vacas convertidas por los criadores en monstruos especializados en la producción de leche, mientras que otras conservan un aspecto más cercano al del uro. Entre las razas vacunas de aspecto más parecido al toro primordial salvaje se encuentran los toros negros de La Camarga, los toros de las dehesas españolas, los toros de las montañas escocesas, los toros de Córcega y los toros húngaros de estepa. El llamado toro bravo no constituye una especie y ni siquiera una subespecie; pertenece a la misma especie y subespecie que el resto de los toros, bueyes y vacas, aunque no ha sido sometido a los extremos de selección artificial que han sufrido algunas variedades de vacas lecheras, por lo que conserva un aspecto relativamente parecido al del toro primitivo. Sin embargo, otros tipos de bueyes (Bos), como el banteng indonesio (Bos javanicus) o el yak tibetano (Bos mutus) sí constituyen especies distintas.

Maltrato humano a los bovinos

También bovinos y parientes próximos de las vacas son los bisontes y los búfalos africanos, que nunca fueron domesticados. Todos estos animales han sido maltratados por los seres humanos. Los bisontes americanos (Bison bison) no han desaparecido de Norteamérica, pero sus números se redujeron por la caza genocida de unos 35 millones a solo unos 25.000. Sus inmensas manadas –que hacían temblar la tierra— se han transformado en pequeños grupos endogámicos, dispersos en reservas distintas. Las manadas gigantescas de varias decenas de miles de bisontes, cuando avanzaban corriendo por las praderas, hacían sonar la tierra como un tambor que se oía a cientos de kilómetros de distancia. Estas manadas fueron exterminadas el siglo XIX, cuando se construyó la red de ferrocarriles. Los trenes iban llenos de gente con

escopetas y con metralletas que, según iban pasando, disparaban y mataban a millones de bisontes hasta acabar con ellos; ya solamente quedan unos 25.000 en estado salvaje (y un número bastante mayor en la ganadería comercial). La fragmentación de la población en fincas y reservas aisladas es peligrosa, pues el aislamiento conduce a la endogamia y la endogamia a nivel genético constituye un riesgo para la supervivencia de la especie.

También Europa estaba llena de bisontes. Las pinturas rupestres del Paleolítico superior, visibles, por ejemplo, en las cuevas de Lascaux o de Altamira, de hace tan sólo 15.000 años, están llenas de representaciones de bisontes, porque Europa estaba llena de bisontes. El cambio climático y la caza fueron acabando con ellos. Los bisontes europeos fueron casi completamente exterminados, sobreviviendo hoy solo unos pocos ejemplares en el parque nacional de Bialowieza, en Polonia (junto a la frontera con Bielorrusia), donde aún queda una población residual. Bialowieza, que fue coto de caza de los reyes de Prusia durante mucho tiempo, es un bosque muy bien conservado, en el que queda una población de unos cuantos cientos de bisontes, que son los únicos que quedan en Europa.

El veterinario inglés Chorley recomendó el exterminio de la fauna africana para combatir la enfermedad del sueño. Durante varias décadas la administración colonial británica usó unidades militares con ametralladoras para efectuar matanzas masivas de bóvidos salvajes, lo que fue contraproducente y contribuyó a extender la enfermedad. Los bóvidos supervivientes tuvieron que hacer frente a las trampas de los cazadores, en las que los animales quedaban heridos y con las piernas cortadas, muriéndose lentamente, a las flechas emponzoñadas e incluso al envenenamiento intencionado de las escasas charcas en que beben durante la estación seca.

El toro, buey o vaca (Bos primigenius taurus) constituye hoy en día el puntal de la ganadería mundial, que cuenta con una cabaña de más de 1.500 millones de cabezas de ganado vacuno. El ganado vacuno se explota para la producción de carne, de leche y productos lácteos, de cuero para zapatos y cinturones, de jabón y de pegamento. En el pasado se ha usado (y en algunos sitios se sigue usando) como animal de tiro, para jalar arados y carretas. Los masáis de África Oriental vivían de su ganado vacuno, del que dependían para todo. Bebían su leche, se curaban con su sangre, comían su carne, se vestían con su piel, hacían sus chozas con sus boñigas, e incluso lo utilizaban como calefacción, metiendo un par de vacas en casa cuando hacía frío. La riqueza de los masáis se medía por el número de cabezas de su rebaño. Incluso el número de mujeres que podía tener un hombre era proporcional al número de vacas que poseía. En la India, la vaca llegó a ser el animal sagrado y el país entero sigue lleno de vacas famélicas. En muchas partes del mundo la riqueza de una familia se medía por el número de cabezas de vacuno que poseía. De su importancia para los romanos da idea el hecho de que, en latín, dinero o riqueza se dice pecunia, que procede de pecus (ganado). Por eso todavía nosotros llamamos pecuniarios a los asuntos de dinero.

Algunos toros y vacas siguen constituyendo rebaños que pastan en praderas, dehesas y ranchos extensivos, llevando un modo de vida relativamente próximo al natural. Por desgracia, en muchos casos eso no es así. La mayor parte de la ganadería intensiva actual impide que los animales tengan vidas mínimamente aceptables, confinándolos en espacios pequeños en los que apenas pueden moverse, separando a las madres de las crías, y, en general, tratando sin respeto alguno a los animales, como si fueran meras máquinas de convertir grano (o cosas peores) en carne o leche. Por ejemplo, para producir carne blanca de ternera se separa a la ternerilla de su madre cuando sólo tiene una o dos semanas y más la necesita, se la introduce en un cajón de madera y se la ata de tal modo que no se pueda mover, y ni siquiera tumbarse, condenada a la soledad, a la penumbra y a una alimentación antinatural y sin fibra. Muchos establos intensivos actuales de vacas son meros campos de concentración de animales, donde estos sufren mientras viven, confinados a cubículos en los que no pueden moverse ni desarrollar las actividades de su vida natural. En Suecia la escritora Astrid Lindgren logró que el parlamento sueco aprobara leyes que establecen el derecho de las vacas a salir a pasear fuera del establo al menos una vez al día.

Las vacas son herbívoros y rumiantes típicos, según vimos. Todo su aparato digestivo está genéticamente preparado para digerir hierba, y no harinas de carne o cadáveres triturados o excrementos de gallinas, cosas todas ellas con las que han sido alimentadas en las últimas décadas. En los años 1980 los ganaderos británicos empezaron a alimentar a las vacas con piensos mezclados con harina elaborada con restos de cadáveres de otras especies, como las ovejas, con lo que las vacas empezaron a adquirir enfermedades que nunca antes habían tenido, transmitidas por los restos de ovejas que comían. Los priones son proteínas que transforman otras proteínas a su imagen y semejanza (y así de alguna manera se reproducen), aunque carecen de material genético (DNA o RNA). Causan enfermedades degenerativas del sistema nervioso, encefalopatías espongiformes, así llamadas porque provocan que el cerebro se llene de agujeros, como una esponja. Desde que los restos de ovejas empezaron a ser comidos por las vacas, la encefalopatía espongiforme se transmitió a más de cien mil vacas, que empezaron a mostrar trastornos nerviosos y confusión (―vacas locas‖) y, en la autopsia, cerebros esponjados. Incluso los propios restos de vacas empezaron a ser transformados en harina de carne que se volvía a mezclar con el pienso que se les daba, con lo que la enfermedad no hacía más que extenderse. Algunos humanes consumidores habituales de carne de vacuno contrajeron la grave enfermedad de Creutzfeldt-Jacob, una encefalopatía espongiforme humana causada por priones que tiene un largo periodo de incubación (de 10 a 20 años) y produce demencia y muerte en el plazo de un año. En 1988 el gobierno británico prohibió la alimentación del ganado con harina de carne y un número enorme de vacas tuvieron que ser sacrificadas y quemadas. Aunque el posible riesgo para la salud humana fue la principal razón de la alarma social que provocó este episodio, el verdadero escándalo moral estriba en las condiciones no ya infrahumanas, sino infravacunas, en que se hace vivir a muchas vacas.

Espectáculos de la crueldad

En Roma, las mujeres, los extranjeros y los esclavos no pintaban nada. De los ciudadanos romanos, unos pocos, los terratenientes, formaban el Senado; los demás constituían la plebe, una plebe ociosa. Los plebeyos no trabajaban; vivían exclusivamente de la subvención permanente del Estado, al que pedían dos cosas: pan y circo, que el Estado los alimentase y que los divirtiese. El Estado romano cada día distribuía la anona, el pan para comer, y cada dos o tres días organizaba los espectáculos públicos, como las peleas de gladiadores y animales salvajes, en que se producían carnicerías y matanzas tremendas de todo tipo de animales, incluidos los humanos, claro. Esto se mantuvo durante varios siglos en Roma, que era el centro de la civilización en su tiempo. Las peleas de perros, las peleas de gallos, las peleas y las torturas públicas de osos y toros, las quemas de herejes y las ejecuciones de delincuentes han sido siempre espectáculos muy populares hasta finales del siglo XIX. En Madrid las quemas públicas se hacían en la plaza mayor. En Londres las ejecuciones públicas se efectuaban delante de la torre de Londres, en un campo despejado, donde se reunía mucha gente a verlas; iban las familias con los niños, con la tortilla, a pasar el domingo viendo el espectáculo. Cuando la revolución francesa estableció el terror en Paris, no pusieron la guillotina en un sótano oscuro y escondido, la pusieron en la plaza de La Concorde, que es la más grande de París, para acomodar a las multitudes que querían ver rodar las cabezas. En Barcelona, hasta avanzado el siglo XX, las ejecuciones públicas eran un espectáculo muy popular, donde tenía que intervenir la policía por la cantidad de gente que iba a contemplarlas. En resumen, el espectáculo de la crueldad ha sido habitual en la historia.

Hasta el siglo XVIII o XIX, la tortura pública de animales y en especial de toros ha constituido el entretenimiento favorito de un populacho grosero y de sensibilidad embotada. Esto no tenía nada de típicamente español, lo había en toda Europa. En Inglaterra, por ejemplo, se ataba un toro a un poste y se azuzaba a los perros a morder al toro en sus partes blandas y al toro a matar a coces a los perros, todo ello en un ruedo con gradas para los espectadores. Con la suavización de las costumbres que trajo la ilustración, estos espectáculos de la crueldad desaparecieron de casi toda Europa, pero en España apenas penetró la ilustración. En el siglo XIX, bajo el reinado del retrógrado y absolutista Fernando VII, España cayó en la orgía de la reacción anti-ilustrada. En ese ambiente surgió la actual corrida de toros con toreros de a pie como espectáculo popular, y el Estado, en vez de prohibirla, como en el resto de Europa, la fomentó, reguló y convirtió en un acto oficial, presidido por una autoridad gubernativa. Tal desaguisado fue ―justificado‖ mediante una serie de mitos sobre el toro basados en la más crasa ignorancia de la biología de este animal.

Mitos sobre la tauromaquia

El primer mito es el de la presunta agresividad del toro. El toro español no sería un bovino de verdad, sino una especie de fiera agresiva, un ―toro bravo‖. Pero eso es completamente falso. El toro es un rumiante pacífico que solo desea escapar de la plaza, huir de los matarifes, volver a pastar y a rumiar en paz. Todos los problemas de la corrida vienen de que su planteamiento se basa en fingir un combate que no existe. Dos no se pelean si uno no quiere, y el toro nunca quiere pelear.

Como la corrida de toros es un simulacro de combate y los toros no quieren combatir, el espectáculo taurino resultaría imposible, a no ser por toda la panoplia de torturas a las que se somete al pacífico bovino, a fin de irritarlo, lacerarlo y volverlo loco de dolor, a ver si de una vez se decide a pelear. Ya antes de aparecer en público, es sometido a una preparación irritante. A pesar de todo, al salir al ruedo, el toro, siguiendo su tendencia natural, se quedaría quieto o trataría de huir o se quedaría de cara a la puerta cerrada. Para evitarlo, se le clava la divisa, un doble arpón hendido en sus carnes para despertarlo y provocar una agresividad de la que carece. En la suerte de varas el picador martiriza la toro hundiendo su tremenda garrocha en su carne, rompiéndole los músculos del cuello y produciéndole enormes heridas por la que la sangre brota a borbotones. El resto de la corrida se lleva a cabo con el toro chorreando sangre. La corrida continúa con el tercio de banderillas, en que se le van clavando palos con arpones de acero. Como los toros son pacíficos herbívoros, a pesar de los terribles puyazos que sufrían en la corrida, con frecuencia se quedaban quietos y ―no cumplían‖ con las expectativas de la plebe soez que los contemplaba. Como ―castigo‖ se le ponían al toro banderillas de fuego, es decir, cartuchos de pólvora y petardos, que estallaban en su interior, quemándole las carnes y exasperando aún más su dolor, a ver si así se decidía a embestir.

En 1928, el general Primo de Rivera acudió en ese año a una corrida en Aranjuez con una dama francesa, que quedó espantada por la crueldad del espectáculo y por los intestinos de caballo que cayeron a su lado. Ese mismo año se introdujo el peto para los caballos y se suprimieron las banderillas de fuego, sobre todo para no horrorizar a los extranjeros, a los que se suponía una sensibilidad menos embotada que a los encallecidos aficionados hispanos. De todos modos, el actual reglamento taurino prevé que sigan empleándose banderillas negras o ―de castigo‖ con arpones todavía más lacerantes para castigar aún más al pobre bovino desgarrado en sus carnes y desangrado, ―culpable‖ de mansedumbre y de no simular ser el animal feroz que no es.

El segundo mito es que el torero corre un gran riesgo toreando a un animal de tamaño mucho mayor que él. De hecho, el riesgo del torero es mínimo. Toda la corrida es un simulacro de combate, no un combate. El torero encarga que se prepare, debilite, desgarre y destroce al toro antes de enfrentarse a él. Los picadores con frecuencia se ensañan con el toro hasta tal punto que este ya no puede ni mantenerse en pie y se cae al suelo. Los toros que se caen son un gran problema de los taurinos. Todos los gestos amanerados de la corrida son pura farsa. El torero se acerca para que el toro no lo vea, no para mostrar valor, y el mayor riesgo que corre es el de ser herido por las banderillas que sus propios banderilleros le han clavado al bovino. Cuando el torero se arrodilla ante el toro en una pose de teatral coraje, en realidad no corre ningún peligro, pues el toro lo interpreta como un gesto de sumisión que le impide atacarlo. El toro no entiende nada de lo que pasa en la corrida y el torero, que se las sabe todas, puede pedir la devolución del toro, si sospecha que ya haya participado en otra corrida y pueda haber aprendido algo. La mayor parte de las víctimas humanas que producen las diversas fiestas de toros, corre-bous y encierros son el resultado de caídas y accidentes autoprovocados, que tienen más que ver con el estado de intoxicación etílica de los participantes que con la presunta peligrosidad del bovino acribillado. En cualquier caso, las estadísticas muestran que cada año mueren varios miles de toros en los diversos festejos taurinos, mientras que la gran mayoría de los años no muere ningún torero. El riesgo objetivo es mínimo.

Dehesas ganaderas y reservas naturales

Las corridas de toros son injustificables moralmente. Cuando se trata de justificarlas, se recurre a argumentos peregrinos e incoherentes. Un argumento consiste en decir que hay muchas vacas en la ganadería intensiva que viven peor en sus establos de concentración que los toros en las dehesas. Eso es verdad, pero lo único que se sigue de ahí es que hay que mejorar las condiciones de vida de las vacas lecheras, no que haya que empeorar las condiciones de muerte de los toros. Otros hablan de la vida relativamente natural de los toros en las dehesas como de un gran pecado, que tuviera que ser expiado mediante un martirio atroz adecuado a la gravedad de la presunta falta. Esto es absurdo. El vivir una vida natural no es un crimen que merezca castigo alguno. Además, hay que tener en cuenta que no todos los toros corretean libremente por las dehesas. Muchos están encerrados e inmovilizados, hacinados en recintos pequeños y oscuros, casi hundidos en sus propias heces fecales. Miles y miles de toros esperan en penosas condiciones la celebración de los festejos taurinos de los pueblos o de las corridas y novilladas en plazas pequeñas o no estables.

Los bovinos pueden vivir perfectamente en libertad en espacios naturales. Ya citamos a los últimos bisontes europeos, que habitan el parque nacional de Bialowieza, en Polonia. Los bisontes americanos que han sobrevivido a la gran matanza del siglo XIX viven ahora en varias reservas naturales de Estados Unidos y Canadá. En el Northern Territory de Australia viven en libertad unos 200.000 búfalos acuáticos, descendientes de los animales domésticos abandonados en el siglo XIX tras el cierre de los asentamientos militares de esa zona.

Algún día España acabará de civilizarse y se abolirán las corridas y fiestas de toros. Sería muy conveniente que las actuales dehesas donde se crían los toros de lidia sobrevivan a esa previsible abolición. Estas dehesas representan un patrimonio natural de gran valor y sirven de lugar de paso y de cría para numerosas aves y otros animales. Convertidas en reservas naturales, pueden seguir albergando una población de bovinos en libertad, compartiendo el territorio con otras especies, incluso con lobos, que servirían para mantener la salud de las poblaciones de bovinos. Estas reservas fomentarían el turismo interior, contribuirían a la conservación de la naturaleza y constituirían un acto de desagravio a esos bovinos inocentes a los que tan cruelmente hemos maltratado. Después de tantos años de vergüenza nacional, tendríamos un motivo para sentirnos orgullosos.
Jesús Mosterín
, ex catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia de la Universidad de Barcelona, es ,actualmente profesor de Investigación en el Instituto de Filosofía del CSIC ,

sábado, 2 de octubre de 2010

Andalucía es la octava comunidad en asistencia a corridas de toros

Francisco Garrido. Sólo el 5% de los andaluces ha asistido, en mas de una ocasión al año, a corridas de toros. Un 8% dice haber ido una sola vez. En total poco mas de un 13% han ido alguna vez un a un espectáculo taurino en Andalucía en el año 2007. Estos datos provienen de la Encuesta de Hábitos Culturales del Ministerio de Cultura español La asistencia a los toros es inferior a cualquier otro tipo de espectáculo a excepción de la ópera. .¿Donde está la gran demanda?
Un mito que esta encuesta derriba es la consideración de Andalucía como la comunidad taurina por excelencia. Hasta siete comunidades autónomas tienen un porcentaje más alto de asistencia a las corridas que nuestra comunidad. Andalucía ocupa el puesto octavo, en este ranking el norte le gana al sur.
Solo el circo y loa ópera tienen menos asistencia que las corridas de toros en nuestra tierra. Incluso actividades como las conferencias, las mesas redondas (16%) o visitar botánicos (15%) gozan más del favor de los andaluces y andaluzas que la supuesta “fiesta nacional”.
La idea de que las corridas de toros son parte esencial de nuestras fiestas tampoco sale muy bien parada: el 67% de los andaluces asiste a las ferias y sólo el 13% va alguna vez a los toros.
El perfil del asistente andaluz medio a las corridas de toros es más masculino que femenino, tiene entre 44 y 55 años y vive en municipios menores de 10000 habitantes.
Los datos que revelan la encuesta del Ministerio de Cultura no hacen sino confirmar lo que cualquiera que tenga ojos en la cara sabe mirado sólo en los círculos de amigas, compañeros y compañeras de trabajo o familiares: la afición a la tauromaquia es muy minoritaria en España y en Andalucía.
Este bajísimo porcentaje de asistencia hay que contemplarlo dentro de un mercado, como es el taurino, fuertemente intervenido por las ayudas y subvenciones públicas que permiten que el coste de las entradas sea muy inferior (en algunos casos gratis) al coste real del espectáculo. ¿Que porcentaje de andaluces iría a los toros si las entradas costaran el precio real? ¿Cuanto ganadero y torero se empeñaría en el oficio si tuvieran que rebajar los beneficios al precio que esta dispuesto a asumir la escasa y desmotivada demanda?

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Los primeros fedatarios de la La Voz del Toro prometen ante la Junta Electoral de Andalucía

SEVILLA.- El primer grupo de fedatarios de la plataforma que promueve la Iniciativa Legislativa Popular han prometido o jurado su cargo ante la Junta Electoral de Andalucía, este grupo de siete personas darán fé, según prevé legislación autonómica, del valor de las firmas recogidas para abolir los espectáculos taurinos cruentos en Andalucía. El acto se ha formalizado de un modo protocolario dada la importancia que tanto la Constitución Española como el Estatuto de Autonomía de Andalucía conceden a los procedimientos de la iniciativa legislativa popular. Tanto la Constitución como el Estatuto establecen que en el caso de que los representantes políticos en el parlamento no sean sensibles a proponer reformas legislativas que pueden tener una fuerte demanda popular, las organizaciones civiles pueden llevarlas al Parlamento previa recogida de firmas, en Andalucía se necesitan un mínimo de 75.000.

Entre las personas fedatarias se encuentran Emilia Moreno, presidenta de CIMA y Mario Ortega, portavoz andaluz de Los Verdes, entre otras personas que se han implicado desde el principio con la causa de los derechos de los animales en Andalucía.
Según explica la portavoz de la plataforma La Voz del Toro, Emilia Moreno, "nos disponemos a recoger más de 75.000 firmas entre las andaluzas y andaluces que no sientan que su identidad pasa por maltratar a los animales," en este sentido Mario Ortega afirma que "La Voz del Toro quiere que Andalucía se muestre ante el mundo como un espacio de civilización y no como un espacio donde se consiente la barbarie."

La Voz del Toro ya ha iniciado acciones para promover que la ILP antitaurina llegue a buen puerto, han abierto el blog httt://lavozdeltoro.blogspot.com donde se puede obtener información y participar en las actividades, ya disponen de los formularios legalizados para la recogida de firmas y tiene prevista una reunión masiva en Córdoba el sábado 16 de octubre para organizar a los grupos de toda Andalucía, será a las 11 horas en el hotel Averroes. Del mismo modo los grupos facebook ya están funcionando a tope y recibiendo adhesiones y mensajes de petición de cómo colaborar. El reto ya está lanzado y esperan romper el pacto entre todas las fuerzas políticas parlamentarias para lograr un debate abierto, transparente y democrático, valentía no le falta a La Voz del Toro.